CADA
GOTA ES VIDA
Por: @Violetta_Rabe
Un día soleado, esa
necesidad de aire puro se hace visible, es momento de un tiempo para oxigenar
el alma, para sentir ese contacto con la madre tierra.
Zapatos viejos, jeans
gastados, una cámara y las ganas de ir en busca de la armonía, una armonía
ambiental. La Florida, con su magia ecológica me envuelve y me dejo llevar
entre la espuma y la corriente del río.
En el camino, varios
valientes se nos unen, llenos de ganas por disfrutar del agua corren, saltan,
viven el momento con plenitud. Al llegar todo fluye, el agua fluye, la emoción
fluye, la vida fluye. Cada respiro y palpitar se siente con más fuerza.
Nuestros acompañantes y
guías constantes también están conectados y entre ladridos y chapuzones entran
en el agua, una danza constante, una coreografía con el entorno, todo un show
natural se apropia del lugar. Cada gota cae en el momento exacto, la precisión
es increíble. Un espectáculo
maravilloso.
Pero existe algo que aqueja
a toda la población, hay algo que amenaza al río, el ser humano. Álvaro Ríos,
uno de los líderes de Soledad de Montaña, grupo ambiental, nos cuenta que “Cada
vez es más alto el nivel de contaminación, nuestro río se nos muere y aún no
somos conscientes de la gran pérdida que sucede frente a nuestros ojos.”
Siendo un atractivo
turístico debería ser tratado mucho mejor. A eso de las 6:00pm comienza el
lamento de los guaduales, porque como dice la canción, ellos también tienen
alma, un alma que sufre cada vez que se les arrebata su habitad.
Si, la gran máquina
destructora quiere quitarle la vida a la tierra, a nuestra pacha mama, que cada
vez más pide piedad. “Esta zona está llena de gran biodiversidad, es momento de
comenzar a cuidarla”, este es el llamado que Álvaro, Soledad de Montaña y
muchos otros interesados en la preservación le hacen al mundo.
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