UNA
RUBIA AGONÍA
La
sombra detrás de la estrella del grunge
Por:
@Violetta_Rabe
“Las cosas me salieron bien, muy bien,
y estoy
agradecido, pero desde que tengo
siete años odio a los humanos en general”
Kurt Cobain
La historia
es la de una lenta agonía. También es una tragedia americana, pero no una
tragedia épica de grandes espacios y rutas infinitas, sino la de un pueblo
pequeño y prejuicioso, la tragedia doméstica del adolescente suburbano atrapado
por la mediocridad. La vida de Kurt Cobain estuvo sumergida entre drogas,
intentos de suicidio, y sufrimiento de un hombre que transformaba su dolor en
canciones.
A la corta
edad de 7 años su vida se comenzó a derrumbar. Después del divorcio de sus
padres dio un giro de 180 grados. Empezó a rodar de casa en casa, como una bola
de heno del desierto. Todo el mundo se detiene en el Kurt artista, y le restan
importancia al Kurt hombre que se escondía tras la sombra del rockero famoso,
una vida llena de tormentosos sufrimientos, dinero, drogas y grunge.
Aparte de
ser un apasionado músico empírico, fue un artista plástico obsesionado con los
fetos, la sangre y la amargura, ya que todas sus pinturas eran representaciones
de dolencia, el arte era la mejor manera de canalizar todo lo que sentía.
Su obsesión
por lo macabro no podría estar mejor marcada que en el video de “Heart Shaped
Box”. Fetos colgando de las ramas de los arboles como si fueran adornos de
navidad, seres sin piel, un Jesús viejo y moribundo, imágenes de pesadillas,
además la letra está llena de metáforas medicas: “desearía comer tu cáncer
cuando engrescas”, “lánzame tu cordón umbilical para poder trepar de nuevo”. Su
Kurt interior está a flor de piel en este video.
Otro aspecto
que pocos conocen acerca del Cobain humano es que llevaba un diario, en el que
escribía ideas para futuras canciones, todo tipo de frases suicidas y
pensamientos. A los 16 años escribió “Acabo de decidir que el mes que viene ya
no voy a sentarme en el techo pensando en tirarme, sino que voy a saltar. Y no
voy a abandonar este mundo sin saber lo que es coger”. En medio de la
desesperación, emborrachó a su vecina, una chica con discapacidad mental,
cuando ella se desnudo Kurt huyó del lugar y más tarde escribió en su diario
“me asqueó el olor de su vagina y su sudor, sentí asco de mi mismo, así que
escapé… me odio y quiero morir.”
Casi todo el mundo conoce a la perfección las
“accidentalmente exitosas” canciones de Kurt, pero pocos conocen sus verdaderas
emociones, lo que detrás de esos temas extraños y algunas veces aberrantes
escondía, sus dolencias más profundas, su desesperación, su soledad. Desde la
adolescencia Cobain padecía de problemas gastrointestinales, que le provocaban
todo tipo de sufrimiento.
La relación con Tobi Vail “la musa de las canciones
de Never Mind” estuvo marcada por el vómito que le provocaba su extraña
enfermedad, tanto así que llego a dedicarle en una canción “Aneurysm” la frase
“te amo tanto que me das nauseas”.
Su recorrido
para llegar a la fama no fue sencillo, aunque él diga que nunca la busco, esta
parecía perseguirlo. Al principio, comenzó con su guitarra a componer canciones
para sentirse bien con el mismo, para transmitir ese estallar de emociones por medio
de notas, y claves de sol. Se creó Nirvana y su mundo comenzó a girar. “Era
como ser una nueva persona” mencionó alguna vez, pues su vida comenzaba a
mejorar, pero esa mejoría era solo una cortina de humo que ocultaba una futura
tragedia.
Nirvana comenzó
a tocar en bares, y mientras más famoso se hacia el Kurt artista, mas se
destruía, el Kurt hombre, ese ser escondido entre la oscuridad y la
mediocridad, ese joven que odiaba a la humanidad, el ser humano lleno de odio y
resentimiento, pero con un poco de esperanza en el fondo de esas nauseabundas
emociones.
A medida que
iba creciendo, este joven artista, rubio de ojos azules comenzaba a
protagonizar los sueños de millones de seguidoras. Pero el vacio su interior
solo crecía, y sus tendencias suicidas comenzaban a marcar su carrera.
En el universo de la mitología Nirvana se conoce a
un Kurt que le aterraba hacer parte del comercio, que intentaba ser la persona
más desadaptada del mundo, un ser en contra de la posibilidad de convertirse en
un producto corporativo para no traicionar sus raíces punk, pero otras fuentes
muestran a un Kurt desesperado, a un hombre que intentaba llenar sus vacios
emocionales con los aplausos de la gente, su temor al fracaso con la fama, y su
sensación de abandono con el dinero y las drogas.
Los años pasaron y ese ser de voz ronca y atractiva
conoció el amor, un amor que comenzó de la manera más ardiente pero que con los
años se empezó a extinguir. Courtney Love, vocalista de la banda The Hole, fue
la nueva musa que dominó el mundo de Kurt, pero eso cambió al momento de llegar
Frances Bean, su “pequeña consentida” como llamaba de cariño a su primogénita.
Cansado de la fama, la vida de Cobain se convirtió
en una montaña rusa, llena de altiva bajos emocionales, de recaídas en la droga
y centros de rehabilitación, de momentos de pasión y sensaciones de vacío.
Hasta que un día el motor de la vida del grungero se detuvo, sus pulmones se
desactivaron y su corazón dejó de latir, millones de lágrimas por la pérdida de
todo un ídolo marcaron la historia del grunge.
Kurt Cobain, el exponente más representativo del
grunge nos dejo un legado musical del que se hablara por siempre. Al ritmo de
guitarras afinadas y baterías marchantes se intenta mantener vivo el recuerdo
del dios de este género que marco la década de los 90´s.
“Smells like teen spirit” la canción más reconocida de nirvana sigue sonando en todos los bares del mundo, millones de jóvenes se unen al unísono para cantar “With the lights out, it's less dangerous, here we are now, entertain us, i feel stupid and contagious, here we are now, entertain us a mulatto, an albino, a mosquito, my libido. ¡Yeah!”
“Es mejor quemarse que apagarse lentamente”
Kurt
Cobain
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